
El proyecto buscaba recortar a la mitad el salario actual de los congresistas.
redacción Política
Bogotá, Colombia – En una nueva frustración para quienes buscan mayor equidad en la remuneración de los legisladores, y mientras el país marchaba para exigir mejores condiciones laborales y de equilibrio social , el Senado de la República archivó este miércoles 28 de mayo el proyecto de ley que proponía reducir los salarios de los congresistas colombianos. La iniciativa, impulsada por los senadores Iván Cepeda y María José Pizarro, fue retirada del orden del día sin ser debatida, debido a la falta de quórum y una serie de maniobras parlamentarias que impidieron su votación.
El proyecto, radicado en enero de 2025, proponía reducir los salarios de los congresistas a un tope de 20 salarios mínimos legales mensuales vigentes, lo que equivaldría a aproximadamente 28 millones de pesos. Actualmente, los legisladores perciben más de 52 millones de pesos mensuales, incluyendo salario base, gastos de representación y primas.
Según denunció el senador Iván Cepeda, varios congresistas abandonaron el recinto tras calificar la propuesta como “populista”, lo que impidió alcanzar el quórum necesario para su discusión. Además, nueve senadores presentaron impedimentos para votar el proyecto, entre ellos el presidente del Senado, Efraín Cepeda, quien ha sido señalado por la bancada del Pacto Histórico de bloquear deliberadamente la iniciativa desde el pasado 23 de abril.
La falta de voluntad política para debatir la reducción salarial ha sido una constante en el Congreso. En los últimos años, se han presentado más de 24 intentos fallidos para modificar la remuneración de los legisladores, todos sin éxito. La resistencia de los congresistas a recortar sus beneficios ha generado indignación en la opinión pública, especialmente en un contexto de crisis económica y demandas de austeridad en el gasto público.
De cara a futuras legislaturas, los impulsores del proyecto han manifestado su intención de volver a presentar la iniciativa, aunque reconocen que el panorama es complejo. “Seguiremos insistiendo en esta reforma, porque es una demanda legítima de la ciudadanía”, afirmó María José Pizarro. Sin embargo, la falta de mayorías y el poder de las bancadas tradicionales hacen que la posibilidad de éxito sea incierta.
Mientras tanto, los congresistas colombianos continúan disfrutando de amplias prebendas y aumentos salariales, lo que refuerza la percepción de desconexión entre la clase política y la realidad económica del país.