
Naciones Unidas, 3 de junio de 2025— El Secretario General de la ONU, António Guterres, solicitó una investigación inmediata, independiente y transparente sobre las recientes acciones del ejército israelí en puntos de distribución de alimentos en la Franja de Gaza, donde al menos 58 civiles palestinos habrían muerto en apenas 48 horas. La situación ha generado una nueva ola de preocupación internacional en torno al respeto del Derecho Internacional Humanitario, en un conflicto que continúa generando impactos más allá del Medio Oriente.
El llamado de Guterres ocurre tras dos incidentes consecutivos, el lunes 2 y martes 3 de junio, cuando fuerzas israelíes abrieron fuego contra civiles palestinos que esperaban acceso a ayuda humanitaria, según confirmaron agencias humanitarias. Las autoridades israelíes alegan que los disparos fueron dirigidos a personas que no acataron las rutas designadas para el ingreso a los centros de asistencia, versión que no ha sido corroborada de forma independiente.
El titular de Naciones Unidas subrayó que “es inaceptable que acceder a alimentos y agua se convierta en una sentencia de muerte”, y reiteró que el derecho a la alimentación es una garantía universal que debe ser protegida incluso en contextos de guerra. También instó al gobierno de Israel a restablecer plenamente el acceso de las agencias de la ONU y otras organizaciones humanitarias, señalando que las actuales restricciones obstaculizan la labor de entidades como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Modelo de ayuda tercerizado bajo presión
Uno de los elementos que ha captado la atención de analistas en las Américas y otras regiones es la creciente privatización de la asistencia humanitaria en Gaza. En lugar de permitir la operación de agencias multilaterales, el gobierno israelí ha delegado la logística de la ayuda a la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), una organización con sede en Estados Unidos y dirigida por excontratistas vinculados a operaciones militares y de emergencia.
Sin embargo, el modelo ha sido duramente cuestionado en los últimos días. Escenas de desorganización, aglomeraciones y caos en los puntos de distribución han sido reportadas por observadores internacionales y ONG locales. A esto se suma la sorpresiva retirada del Boston Consulting Group (BCG), firma encargada del diseño estratégico de la operación, lo que representa un revés crítico a la viabilidad técnica de la iniciativa.
Impacto regional y preocupación en América Latina
Diplomáticos y analistas de derechos humanos en América Latina han expresado su inquietud ante el precedente que estos hechos podrían sentar en la gestión de crisis humanitarias en otras regiones del mundo. Varios gobiernos del hemisferio, que tradicionalmente han respaldado una postura multilateral y basada en el derecho internacional, estarían evaluando pronunciamientos conjuntos en foros regionales como la CELAC y la OEA.
“La muerte de civiles esperando alimentos es una señal de alarma no solo para Medio Oriente, sino para toda la arquitectura internacional de ayuda humanitaria. Lo que ocurre en Gaza desafía los estándares que América Latina también ha defendido en contextos de migración forzada, desastres naturales y conflictos internos”, señaló un diplomático sudamericano en Nueva York.
Debate inminente en el Consejo de Seguridad
En Nueva York, fuentes diplomáticas confirmaron que el Consejo de Seguridad de la ONU evalúa la posibilidad de convocar una sesión extraordinaria para tratar los incidentes, aunque las tensiones entre miembros permanentes podrían dilatar decisiones de fondo. La votación de resoluciones vinculantes enfrenta el habitual veto cruzado entre potencias aliadas de Israel y países que exigen una mayor rendición de cuentas.
Organismos de derechos humanos han advertido que estos hechos no deben considerarse como episodios aislados, sino como parte de un patrón sostenido de uso de fuerza en zonas civiles y humanitarias. Las denuncias apuntan a posibles violaciones sistemáticas del principio de distinción entre objetivos militares y civiles, uno de los pilares del Derecho Internacional Humanitario.
Mientras tanto, la población en Gaza sigue enfrentando una de las crisis humanitarias más agudas de las últimas décadas, con escasez crónica de alimentos, agua potable, medicinas y servicios básicos. Las próximas semanas serán determinantes no solo para el futuro de la ayuda en Gaza, sino para la credibilidad del sistema internacional de protección humanitaria.