
Redacción Política
Comienza a perfilarse el cuadro de juego para la gran eliminatoria que definirá al campeón político de 2026. Mientras el equipo que se alzó con la copa en 2022 —liderado por el presidente Gustavo Petro— se prepara para defender su título con la firme intención de repetir la hazaña, nuevas escuadras se arman para tratar de arrebatarle el trofeo en la próxima temporada electoral.
El último equipo en anunciar su participación es una alianza conformada por los partidos Mira, Dignidad y Compromiso, y el Nuevo Liberalismo, que presentará listas conjuntas para las difíciles rondas de la Cámara de Representantes y el Senado de la República. Los entrenadores y capitanes de este nuevo equipo son Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán y Jorge Enrique Robledo, quienes prometen un estilo de juego renovado y alejado de los esquemas tanto del actual campeón como de los viejos equipos que alguna vez dominaron el torneo.
Durante la rueda de prensa, Robledo señaló que esta escuadra no busca ni la continuidad del actual proyecto petrista ni un regreso a los sistemas ya superados. Su apuesta: un juego limpio, democrático e institucional.
Eso sí, aunque saltan juntos al terreno de juego, cada partido conservará su camiseta, su escudo y su propia estrategia para la selección de sus titulares. La coalición no es una fusión total: se trata más bien de un esfuerzo táctico para competir con listas únicas en el Congreso, con el fin de armar una defensa sólida frente a los ataques de los demás equipos.
Sergio Fajardo subrayó que su objetivo es cambiar el tono del campeonato político: “En Colombia se ha vuelto costumbre que al rival se le insulte y se le agreda, como si eso fuera muestra de fortaleza. Nosotros queremos demostrar que se puede jugar con respeto y argumentos.”
Un torneo con equipos mixtos y jugadores polivalentes
En medio de este panorama, se anticipa que la eliminatoria contará con una gran variedad de equipos, incluyendo escuadras emergentes del “torneo femenino”, figuras que representan nuevas apuestas en la política nacional, con liderazgos alternativos y renovadas propuestas. Asimismo, ligas menores —movimientos ciudadanos y colectivos independientes— también están alistando sus camisetas para dar la sorpresa en los cruces, intentando capitalizar el descontento y la fragmentación del electorado.
Por otro lado, hay jugadores veteranos y astutos que han mostrado interés en “jugar en ambos equipos”, buscando asegurarse minutos tanto en las nóminas del gobierno como en las listas de oposición, con la intención de sumar puntos por cualquier vía posible. Algunos de estos jugadores ya ganaron torneos locales en el pasado y ahora apuestan por mantener su posición en la tabla política del país, incluso si ello implica moverse entre escuadras rivales.
Convocatoria abierta
Además, los entrenadores del nuevo equipo de Fajardo, Galán y Robledo han abierto el proceso de inscripción para más jugadores y técnicos que quieran sumarse. El llamado está dirigido a fuerzas políticas que compartan sus principios y estén dispuestas a reforzar una bancada que apueste por el diálogo, la transparencia y la defensa del juego democrático.
Por ahora, el equipo no ha definido si lanzará un delantero único —es decir, un candidato presidencial— para pelear por la copa mayor en 2026. Según indicaron sus voceros, esa decisión se tomará más adelante, en medio de un torneo que promete cruces intensos, jugadores sorpresa, alianzas inesperadas y mucha táctica en la cancha.
Con este anuncio, el campeonato político hacia 2026 empieza a calentar motores, y todo apunta a que esta será una eliminatoria de alto voltaje, con equipos de todos los colores y categorías luchando por llevarse la copa del poder en Colombia.