
ONU alerta sobre anexión de facto de Cisjordania: Israel intensifica ofensiva militar mientras Gaza enfrenta una catástrofe humanitaria
Redacción Internacional
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha lanzado una fuerte advertencia: Israel estaría consolidando la anexión de facto de Cisjordania a través de una intensificación sistemática de asesinatos selectivos, demoliciones masivas, acoso armado y desplazamientos forzados de la población palestina. El informe de Naciones Unidas denuncia que estos hechos podrían constituir crímenes de guerra bajo el derecho internacional humanitario.
Desde que se inició la operación militar israelí denominada “Muro de Hierro” a comienzos de 2024, al menos 30.000 palestinos han sido desplazados en Cisjordania, mientras el Ejército y colonos extremistas incrementan los ataques contra civiles. Según la ONU, se han demolido más de 1.400 viviendas palestinas solo en la región norte del territorio.
Los datos son alarmantes. Durante el primer semestre del año se documentaron 757 ataques de colonos contra palestinos, de los cuales 96 se produjeron solo el mes pasado, el mayor número mensual en más de dos décadas. Las fuerzas israelíes han disparado munición real contra palestinos desarmados, incluidos niños, ancianos y personas que intentaban regresar a sus hogares.
Una de las víctimas más impactantes del informe es Laila Khatib, una niña de dos años que recibió un disparo en la cabeza por parte de soldados israelíes, y Walid Badir, un hombre de 61 años asesinado cuando regresaba a su casa en bicicleta. “Estas personas no representaban una amenaza inminente”, denunció Thameen Al-Kheetan, portavoz de la ONU en Ginebra.
Desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023, al menos 964 palestinos han sido asesinados en Cisjordania y Jerusalén Este, mientras la atención internacional se ha centrado en la devastadora ofensiva en la Franja de Gaza.
Resumen de las acciones más letales de Israel en Gaza desde octubre de 2023: una guerra sin precedentes
Según cifras recogidas por organizaciones internacionales como Human Rights Watch, OCHA y la propia ONU, la guerra de Israel contra Hamas en Gaza ha dejado hasta julio de 2025:
* Más de 38.000 palestinos muertos, en su mayoría civiles, incluidos más de 15.000 niños y niñas.
* Al menos 85.000 heridos, muchos de ellos con mutilaciones irreversibles o quemaduras de grado profundo.
* Destrucción del 70% de la infraestructura civil en Gaza, incluyendo hospitales, escuelas, mezquitas, universidades y redes de agua potable.
* Cercos prolongados y hambruna inducida: informes revelan uso de la hambruna como táctica de guerra, con acceso restringido a alimentos, medicinas y energía eléctrica.
* Bombardeos indiscriminados en zonas densamente pobladas como Rafah, Khan Younis y Ciudad de Gaza, utilizando bombas de alta potencia y tecnología de rastreo térmico.
Geopolítica del exterminio: ¿Qué busca realmente Israel y cuál es el rol de Estados Unidos?
Diversos analistas y académicos en geopolítica han advertido que, más allá de la narrativa oficial de autodefensa frente a los ataques de Hamas, Israel estaría aprovechando el conflicto actual para modificar irreversiblemente la demografía y la geografía política de Palestina. Así lo señala la experta británica Dr. Sophie Halpern, de la Universidad de Edimburgo:
“Israel no está sólo persiguiendo a Hamas. Está redibujando el mapa con la anuencia tácita de sus aliados occidentales. La estrategia apunta a convertir Gaza en un desierto inhabitable y acelerar la absorción de Cisjordania, cerrando así el capítulo del Estado palestino”.
Estados Unidos, por su parte, ha brindado respaldo militar, diplomático y económico constante a Israel, vetando repetidamente resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que buscan frenar la ofensiva. Según el analista estadounidense James Carver, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown:
“El apoyo incondicional de Washington responde a intereses estratégicos: mantener su hegemonía en Medio Oriente, contener la influencia de Irán y garantizar la seguridad energética global”.
Además, el complejo industrial-militar estadounidense ha obtenido beneficios sustanciales del conflicto, dado que gran parte del armamento utilizado por Israel proviene de empresas norteamericanas. Para muchos expertos, el prolongado conflicto funciona como un campo de prueba y promoción de armamento de última generación.
En conclusión, mientras la ONU denuncia una política de anexión y castigo colectivo, el silencio o complicidad de actores clave de la comunidad internacional alimenta una guerra que ha cruzado límites históricos de violencia contra una población civil. Lo que ocurre hoy en Palestina, especialmente en Gaza y Cisjordania, no es sólo un conflicto regional: es una muestra del quiebre del sistema internacional de derechos humanos y del uso geoestratégico del sufrimiento civil como herramienta de dominación.