
Redacción Internacional
La relación entre México y Ecuador atraviesa uno de sus momentos más críticos tras las recientes acusaciones del Gobierno ecuatoriano. Según un informe del Ejército de Ecuador, se alertó sobre el supuesto traslado de sicarios desde México y otros países con el objetivo de atentar contra el presidente Daniel Noboa y su gabinete. México, por su parte, ha rechazado categóricamente estas afirmaciones, calificándolas de “narrativas inescrupulosas”. Este episodio se suma a una serie de tensiones diplomáticas que han marcado la relación entre ambos países desde 2024.
Contexto de las acusaciones
El informe ecuatoriano, fechado el 17 de abril de 2025, detalla que los movimientos de sicarios comenzaron tras los comicios del 13 de abril, donde Noboa fue reelegido con el 55.6% de los votos frente a Luisa González. Según inteligencia militar, los atentados buscan desestabilizar el país, incluyendo ataques a puentes, bancos e instituciones estatales, además de promover manifestaciones violentas. El ministro de Gobierno ecuatoriano, José de la Gasca, confirmó la veracidad del documento y declaró al país en “alerta máxima”.
Respuesta de México
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE) emitió un comunicado oficial rechazando las acusaciones, afirmando que se trata de una “creación inescrupulosa de narrativas falsas”. México recordó que las relaciones diplomáticas con Ecuador están suspendidas desde el asalto a su embajada en Quito en abril de 2024, cuando fuerzas ecuatorianas capturaron al exvicepresidente Jorge Glas, acusado de corrupción y asilado por México. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, reafirmó que no se reanudarán las relaciones mientras Noboa esté en el poder.
Crisis diplomática y contexto político
La tensión entre ambos países se enmarca en un contexto de crisis política y seguridad en Ecuador. Desde su llegada al poder en 2023, Noboa ha implementado políticas de mano dura contra el crimen organizado, declarando un “conflicto armado interno” en 2024. Sin embargo, estas medidas han generado reacciones violentas de grupos criminales, incluyendo amenazas de magnicidio y ataques a infraestructuras estratégicas.
Por otro lado, observadores internacionales han señalado desequilibrios en el proceso electoral que llevó a la reelección de Noboa, aunque sin cuestionar la legitimidad del resultado. La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea destacaron el uso de recursos públicos y el estado de excepción como factores que impactaron la equidad de la campaña.
La crisis diplomática entre México y Ecuador refleja las complejidades de las relaciones internacionales en la región, donde la seguridad, la política y el crimen organizado se entrelazan. Mientras Ecuador enfrenta una alerta máxima, México mantiene su postura de no intervención y rechaza las acusaciones. Este episodio subraya la necesidad de fortalecer los mecanismos de diálogo y cooperación para evitar que las tensiones escalen aún más.