
Redacción Económica
Según el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el 24,2 % de los jóvenes entre 15 y 28 años en Colombia no estudian ni trabajan, lo que equivale a más de 2,6 millones de personas en condición de inactividad laboral y académica. Este fenómeno, conocido como “jóvenes ninis”, representa un desafío importante para el desarrollo del país y la reducción de la desigualdad.
Mujeres, las más afectadas
El informe revela que las mujeres presentan las cifras más altas de desocupación, lo que evidencia una brecha de género en el acceso a educación y empleo. Factores como el embarazo adolescente, la carga de tareas domésticas y el limitado acceso a oportunidades laborales agravan esta situación, dejando a miles de jóvenes sin alternativas de progreso.
Las acciones del Gobierno para reducir el problema
El Gobierno ha implementado diversas estrategias para enfrentar esta crisis, incluyendo programas de formación técnica, subsidios al empleo juvenil y acceso a créditos educativos. Sin embargo, la efectividad de estas iniciativas ha sido limitada por barreras estructurales como la falta de inversión en sectores productivos y la lenta recuperación económica postpandemia.
Uno de los programas más relevantes es Renta Joven, que brinda apoyo financiero a jóvenes vulnerables que cursan estudios superiores. Sin embargo, enfrenta un futuro incierto debido a recortes presupuestarios del 50 % en el Departamento de Prosperidad Social (DPS). A pesar de esto, el Gobierno ha asegurado que los beneficiarios recibirán al menos un pago durante el primer semestre de 2025 mientras se buscan alternativas para sostener el programa.
Además, el programa **Renta Ciudadana** sigue vigente, ofreciendo subsidios a hogares vulnerables para fomentar la movilidad social y el apoyo a la economía local. También se mantiene la **Devolución del IVA**, que busca reducir el impacto del impuesto sobre las ventas en los hogares más pobres.
Perspectivas a futuro
A pesar de los esfuerzos gubernamentales, la situación sigue siendo crítica, y organismos como el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han recomendado que Colombia refuerce sus políticas de educación y empleo para jóvenes. Se espera que en los próximos meses el Gobierno y el sector privado trabajen en nuevas estrategias que permitan mejorar la inclusión laboral y educativa de esta población.