
Redacción Justicia y Orden Publico
Jamundí, Valle del Cauca – 22 de mayo de 2025.
El reciente secuestro y posterior entrega del joven Lyan Hortua en zona rural de Jamundí, por parte de disidencias de las FARC, ha dado un giro inesperado. Fuentes cercanas a la investigación confirmaron que el joven sería hijo de José Hortua Blandón, un reconocido narcotraficante que operó en el suroccidente del país y fue dado de baja hace más de una década.
Según las autoridades, el secuestro de Hortua no fue un hecho aleatorio ni producto de una confusión. Todo indica que el joven fue retenido por grupos armados residuales con el objetivo de cobrar una antigua deuda que su padre dejó pendiente en el mundo del narcotráfico. Quien esta detrás de este episodio es el narcotraficante conocido con el alias de “Diego Rastrojo, quien fue extraditado por las autoridades colombianas.
Lyan Hortua, quien fue entregado por las disidencias en un gesto que inicialmente fue interpretado como parte de un proceso de desescalamiento del conflicto en la región, habría sido en realidad una pieza clave en un ajuste de cuentas que data de los años en que José Hortua Blandón tuvo dominio en rutas del narcotráfico entre el Valle del Cauca y el Cauca.
“Estamos investigando los vínculos familiares del joven y su posible conocimiento sobre las actividades ilegales de su padre. Aunque no se ha confirmado su participación directa en estos negocios, su secuestro apunta claramente a una retaliación dentro de una estructura criminal”, indicó un investigador bajo reserva.
El caso vuelve a poner sobre la mesa cómo los saldos de la guerra y del narcotráfico siguen cobrando víctimas años después de que sus principales protagonistas hayan desaparecido del mapa. Por ahora, Lyan Hortua permanece bajo protección de las autoridades mientras se esclarece su situación.
Autoridades confirman pago de rescate y vínculo con narcotráfico
El caso de Lyan Hortúa, el niño de 11 años secuestrado el pasado 3 de mayo en zona rural de Jamundí, ha dado un giro inesperado. Fuentes cercanas a la investigación confirmaron que el menor es hijo de José Hortúa Blandón, un reconocido narcotraficante fallecido hace más de una década. Este vínculo familiar habría sido el móvil detrás del secuestro, presuntamente perpetrado por disidencias de las FARC para cobrar una vieja deuda del narcotráfico.
La Policía Nacional identificó al Frente Jaime Martínez, bajo el mando de alias Oso Yogui, como responsable del secuestro. Según el general Carlos Oviedo, comandante de la Policía de Cali, la información obtenida a través de la comunidad y de un grupo especial de la Dirección Antisecuestro y Extorsión permitió identificar al grupo armado como autor del plagio.
El secuestro fue perpetrado por al menos cinco hombres armados que irrumpieron en la vivienda de la familia Hortúa en el corregimiento de Potrerito. La empleada doméstica también fue retenida, pero liberada horas después. Las autoridades confirmaron que el móvil del secuestro fue la extorsión a los padres del niño, propietarios de joyerías.
Tras 18 días de cautiverio, Lyan fue liberado gracias a la mediación de la Defensoría del Pueblo. La defensora Iris Marín confirmó que el menor se encuentra en buen estado de salud. Sin embargo, la familia reveló que se vio obligada a pagar un rescate a los disidentes para asegurar su liberación. El monto exacto no ha sido divulgado.
El caso ha generado una fuerte reacción por parte del gobierno nacional. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, calificó el secuestro como un “acto macabro” y exigió la liberación inmediata del menor. “No descansaremos hasta que Lyan regrese sano y salvo a casa”, expresó el funcionario.
Aunque Lyan Hortúa no tenía relación con las actividades ilícitas de su padre, su secuestro evidencia la persistencia de los conflictos derivados del narcotráfico en la región.