
Redacción Justicia y Paz
El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez ha llegado al banquillo de los acusados, enfrentando un juicio por fraude procesal y soborno a testigos. Este proceso, que ha estado marcado por múltiples intentos de dilación, ha sido objeto de diversas maniobras legales por parte de su equipo de defensa, encabezado por el abogado Jaime Granados.
Intentos de la defensa para apartar a la jueza 44
Desde el inicio del juicio, la defensa de Uribe ha presentado recursos de recusación contra la jueza Sandra Viviana Heredia, alegando falta de imparcialidad. Sin embargo, estos intentos han sido rechazados por los tribunales, lo que ha llevado a la defensa a interponer una acción de tutela con el objetivo de frenar el proceso.
Además, en una estrategia que ha sido interpretada como una maniobra dilatoria, la defensa ha solicitado modificaciones en el cronograma del juicio, argumentando dificultades con la presentación de testigos clave. A pesar de estos esfuerzos, la jueza ha mantenido el curso del proceso, rechazando los intentos de frenar la justicia.
El juicio avanza
El juicio contra Uribe ha sido seguido de cerca por la opinión pública, dado el impacto que podría tener en la política colombiana. La Fiscalía ha revelado audios comprometedores en los que el expresidente hace comentarios sobre la labor de sus abogados, lo que ha generado controversia en el desarrollo del caso.
Con la presentación de testigos de la defensa programada para el 5 de mayo, se espera que el proceso continúe sin mayores interrupciones. La jueza 44 ha dejado claro que no permitirá más maniobras dilatorias, asegurando que el juicio seguirá su curso conforme a la ley.
Este caso marca un momento histórico en la justicia colombiana, con un expresidente enfrentando un juicio que podría definir su legado político. ¿Podrá este proceso cambiar la percepción de la justicia en Colombia?