
Redacción Ciencia y tecnología
Recientes observaciones realizadas por el Telescopio Espacial James Webb han revelado un leve aumento en la probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 impacte la Luna en el año 2032. Este asteroide, descubierto en diciembre de 2024, inicialmente preocupó a la comunidad científica por su posible colisión con la Tierra, pero los cálculos más recientes han descartado esta amenaza directa para nuestro planeta.
El asteroide, con un tamaño estimado de entre 40 y 90 metros de diámetro, podría liberar una energía equivalente a 500 bombas de Hiroshima si llegara a impactar contra la Luna. Aunque la probabilidad de colisión sigue siendo baja, los expertos están atentos a las posibles consecuencias de este evento. Un impacto de esta magnitud podría alterar la superficie lunar, generar una nube de polvo y escombros que afectaría la visibilidad desde la Tierra, e incluso modificar ligeramente las mareas terrestres debido a cambios en la masa lunar.
La comunidad científica está utilizando avanzados métodos de observación para monitorear la trayectoria del asteroide y comprender mejor su composición y comportamiento. Este caso también plantea interrogantes sobre cómo los impactos en la Luna podrían influir en futuras misiones espaciales y en la estabilidad del sistema Tierra-Luna.