
Redacción Nación
Bogotá, 11 de junio de 2025 – Una serie de atentados terroristas sacudió los departamentos de Valle del Cauca y Cauca, dejando un saldo de al menos 53 heridos y siete muertos, entre ellos dos policías. La escalada de violencia, atribuida a las disidencias de las FARC, ha llevado al Gobierno Nacional y a las autoridades locales a tomar medidas drásticas, incluyendo restricciones comerciales, ley seca y una recompensa de hasta $900 millones por información sobre los responsables.
Ataques coordinados y víctimas

El 10 de junio, se registraron 25 incidentes con artefactos explosivos en Cali, Jamundí y varios municipios del Cauca. En Cali, tres explosiones afectaron las estaciones de policía de Meléndez, Los Mangos y Manuela Beltrán, dejando dos civiles muertos y más de 40 heridos. En Jamundí, un carromoto con cilindro bomba explotó en Guachinte, causando la muerte de tres personas.
En el Cauca, los ataques se concentraron en Corinto, El Bordo, Timbiquí, Buenos Aires, Caloto, Patía, Villa Rica y Morales. Dos policías fueron asesinados en Caloto y Villa Rica, mientras que en Corinto y El Bordo, carros bomba destruyeron infraestructura pública.
Respuesta del Gobierno y medidas de seguridad
Ante la gravedad de los hechos, el Ministerio de Defensa atribuyó los atentados a las disidencias de “Iván Mordisco”, quienes habrían ejecutado los ataques en conmemoración del tercer aniversario de la muerte de Leider Johany Noscué, “alias Mayimbú”.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, anunció restricciones en el comercio y ley seca desde las 9:00 p.m. del 10 de junio hasta la medianoche del 11 de junio. Además, la red hospitalaria fue declarada en alerta naranja debido al alto número de heridos.
La Gobernación del Valle y el Ministerio de Defensa ofrecieron una recompensa conjunta de $900 millones de pesos para capturar a los responsables. La gobernadora Dilian Francisca Toro solicitó al Gobierno Nacional un aumento del pie de fuerza y pidió la presencia del presidente Gustavo Petro en un consejo de seguridad.
Contexto de seguridad y repercusiones
Estos atentados ocurren en un momento crítico para Colombia, con un aumento de la violencia en el suroccidente del país. La presencia de grupos armados ilegales y la falta de control territorial han convertido a Valle y Cauca en epicentros de la inseguridad.
La comunidad internacional observa con preocupación la situación, mientras el Gobierno colombiano enfrenta el desafío de contener la violencia y garantizar la seguridad en una región clave para la estabilidad del país.