
Redacción Gobierno y Orden Publico
Bogotá, Colombia – Tras casi 60 horas de ausencia pública, el presidente colombiano Gustavo Petro reapareció en redes sociales este fin de semana, desatando un debate nacional sobre su seguridad y su manera de comunicar con el país. Petro justificó su silencio como una “medida de autoprotección” ante lo que describió como una amenaza real contra su vida.
El mandatario, líder del primer gobierno de izquierda en la historia reciente de Colombia, explicó en un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter) que su desaparición fue una estrategia de seguridad que ha utilizado en el pasado. “Silenciarse digitalmente es una medida de autoprotección. Se pierde uno de los asesinos. No es paranoia, es prevención”, escribió.
Presuntas amenazas y antecedentes de seguridad
Petro aseguró haber recibido información sobre un posible atentado en su contra, presuntamente vinculado a su participación en la próxima cumbre ambiental COP16, programada en la ciudad de Cali. Afirmó que aplica tácticas de autoprotección que ha desarrollado a lo largo de su vida política, marcada por amenazas y atentados durante su militancia en la guerrilla del M-19 y posteriormente como figura pública.
“Llevo muchas décadas defendiendo mi vida con éxito, mis métodos sirven y no son contables. Aprendizajes del pasado”, expresó el presidente, quien ha sido blanco de múltiples amenazas desde que asumió el poder en 2022.
Críticas y debate político
La repentina desaparición del presidente sin comunicación oficial provocó una ola de especulaciones y críticas en sectores políticos y medios locales. Algunos consideraron que un jefe de Estado no debería ausentarse sin previo aviso, por respeto al país y a la institucionalidad.
Desde la oposición, el concejal bogotano Daniel Briceño señaló que la amenaza referida por Petro no estaba sustentada, recordando que las autoridades descartaron la presencia de explosivos reales en los artefactos encontrados. “Se trataba de carcasas vacías de lanzagranadas”, afirmó.
A pesar de ello, Petro mantiene su versión, sugiriendo incluso que detrás de los intentos de asesinato estaría una organización conocida como la Junta del Narcotráfico, supuestamente con operaciones desde Emiratos Árabes Unidos, aunque sin entregar pruebas directas.
Contexto y repercusiones
El episodio ha reabierto el debate sobre la seguridad presidencial en Colombia, un país con un historial de violencia política, así como sobre la forma en que el gobierno maneja la comunicación en tiempos de crisis. También pone de relieve el creciente aislamiento político de Petro en medio de tensiones con el Congreso y sectores conservadores.
A medida que se acerca la crucial cumbre COP16, Petro reafirma que seguirá actuando según su propio criterio de seguridad: “Hago y haré siempre lo mismo cuando el peligro acecha”.