
Redacción Relaciones Internacionales y Política
Bogotá — Una delegación bipartidista de congresistas estadounidenses visitará Colombia entre el 11 y el 15 de agosto, en una misión oficial que busca reforzar la cooperación bilateral en seguridad, inversión extranjera y frente común contra la creciente influencia de China en América Latina.
La comitiva está encabezada por el senador republicano Bernie Moreno, nacido en Colombia y figura en ascenso en el ala conservadora de su partido, y el senador demócrata Rubén Gallego, de ascendencia colombiana y reconocido por su trabajo en temas de defensa.
El itinerario incluye reuniones con el presidente Gustavo Petro, parlamentarios, alcaldes y líderes empresariales en Cartagena y Bogotá. En la capital del Caribe, el grupo se enfocará en retos compartidos como el crimen organizado, el narcotráfico y el impacto del comercio ilegal en la economía. En Bogotá, la agenda prevé un encuentro directo con Petro y la participación en una conferencia de prensa convocada por el Consejo Atlántico, donde se espera que surjan pronunciamientos sobre la estabilidad institucional y el clima de inversión en Colombia.
El Expresidente del Congreso colombiano, Efraín Cepeda, quien anunció la visita en marzo tras un viaje a Washington, calificó el encuentro como un paso crucial para “blindar la relación estratégica” con Washington.
En un comunicado previo, Gallego advirtió que la delegación no contempla reunirse con el expresidente Álvaro Uribe, quien cumple prisión domiciliaria por una condena por fraude procesal y soborno, descartando así cualquier señal política que pudiera interpretarse como respaldo.
Claves políticas detrás del viaje
Aunque la visita se presenta como una misión de cooperación, su trasfondo político no pasa desapercibido. Moreno, cercano al expresidente Donald Trump, llega en un momento en que el republicano endurece su discurso contra Petro, a quien acusa de “socialista” y de “alinearse con gobiernos autoritarios”. Por su parte, Petro ha criticado a Trump por “amenazar la democracia estadounidense” y por su política migratoria que, según él, “criminaliza a los latinoamericanos”.
Analistas coinciden en que la presencia conjunta de un republicano y un demócrata de origen colombiano envía un mensaje doble: compromiso bipartidista con Colombia, pero también observación directa de la situación política y económica del país, en un contexto internacional cada vez más tenso.
Resumen: principales críticas cruzadas Trump – Petro
Trump hacia Petro:
– Lo acusa de ser un “socialista radical” que, según él, podría llevar a Colombia a un modelo similar al de Venezuela.
– Critica sus acercamientos diplomáticos con gobiernos como Cuba y Venezuela.
– Lo señala de “debilitar la lucha antidrogas” al promover cambios en la política contra cultivos ilícitos.
Petro hacia Trump:
– Afirma que Trump “representa un riesgo para la democracia” en EE. UU. por sus intentos de desconocer los resultados electorales.
– Lo acusa de mantener una política migratoria “xenófoba y racista” que afecta a comunidades latinoamericanas.
– Rechaza su visión de seguridad hemisférica basada en “militarización” y presión económica.
La visita como tablero político
Si bien el viaje se publicita como un esfuerzo de cooperación y amistad, no pocos en Washington y Bogotá lo ven como una partida de ajedrez político. Para Trump, que ya calienta motores de campaña, cualquier guiño desde Colombia es un mensaje a su electorado latino conservador. Para Petro, recibir a una delegación que incluye a un aliado de Trump es una oportunidad para mostrarse como interlocutor indispensable en la región, incluso frente a sus críticos más feroces. En medio, la política exterior de ambos países se convierte en un escenario donde se mide influencia, se marcan territorios y, como en todo juego de poder, cada movimiento tiene su precio.