
Redacción Política y Justicia
Bogotá, Colombia. — El Consejo de Estado confirmó este jueves la elección de Iris Marín como Defensora del Pueblo, rechazando una demanda que buscaba anular su nombramiento. La decisión se convierte en un triunfo para el presidente Gustavo Petro, quien impulsó una terna compuesta únicamente por mujeres, en un país donde el acceso de ellas a los más altos cargos públicos sigue siendo limitado.
El alto tribunal concluyó que la terna presentada por Petro en 2024 —y que incluía únicamente candidatas mujeres— no vulneraba los principios de igualdad ni constituía una discriminación hacia los hombres. Por el contrario, la Sección Quinta sostuvo que la medida representa “un mecanismo concreto y eficaz” para corregir barreras históricas que han marginado a las mujeres en espacios de poder.
“Las ternas femeninas no son un acto de exclusión, sino un desarrollo legítimo de las políticas de inclusión”, señaló el fallo, validando así la elección realizada en agosto de 2024 por la Cámara de Representantes.
Marín, abogada de trayectoria en derechos humanos, se convirtió el año pasado en la primera mujer en ocupar la Defensoría del Pueblo. Tras la decisión, escribió en la red social X que el fallo representa un “triunfo de la igualdad material” y reiteró su compromiso con la defensa de los derechos fundamentales en Colombia.
Una victoria política en un clima adverso
La ratificación ocurre en un momento en que el Gobierno de Petro mantiene relaciones tensas con las altas cortes. En los últimos meses, el Consejo de Estado y la Corte Constitucional han frenado o retrasado varias iniciativas claves de la Casa de Nariño. Entre ellas, el tribunal ha cuestionado nombramientos, ha suspendido decretos de emergencia económica y ha advertido sobre los límites de las reformas sociales impulsadas por el Ejecutivo.
Analistas ven en la decisión sobre Marín un raro respaldo al presidente en un escenario institucional donde sus propuestas suelen enfrentar resistencias. “Este fallo tiene un fuerte contenido simbólico: refuerza la agenda de inclusión de Petro, pero también reafirma la autonomía judicial en la definición de sus alcances”, explicó a este medio Camila Moreno, investigadora en temas de gobernanza de la Universidad Nacional.
Críticas por los retrasos judiciales
Al mismo tiempo, la ratificación de Marín vuelve a poner bajo la lupa a los altos tribunales. Diversas organizaciones políticas y sociales han cuestionado la lentitud con la que el Consejo de Estado resuelve procesos de gran impacto nacional, en contraste con la celeridad de esta decisión.
“El país lleva meses esperando fallos cruciales sobre la viabilidad de reformas y la legalidad de decisiones administrativas del Ejecutivo, mientras que en temas políticos concretos parece haber más premura”, señaló el constitucionalista Rafael Amaya.
Un giro hacia la inclusión femenina
La llegada de Marín se suma a la elección de Luz Adriana Camargo como Fiscal General, también impulsada desde una terna compuesta exclusivamente por mujeres. Ambas designaciones, inéditas en la historia colombiana, reflejan un giro hacia la paridad en instituciones dominadas por hombres.
Aun así, la Defensora recordó que apenas “dos mujeres lideramos entidades o corporaciones públicas nacionales”, subrayando que aún queda un largo camino por recorrer.
En medio de un panorama político marcado por la confrontación entre Petro y los tribunales, la permanencia de Iris Marín en la Defensoría del Pueblo aparece como un punto de confluencia: un gesto de respaldo a la inclusión de género, pero también una muestra de que la justicia mantiene el timón de las decisiones institucionales más sensibles del país.