
Redacción Política y Diplomacia
En julio de este año, Estados Unidos designó al Cartel de los Soles como “organización terrorista internacional” y en agosto elevó la recompensa por Nicolás Maduro a US$50 millones. Para Washington, se trata de un entramado criminal conformado por altos mandos de las Fuerzas Armadas venezolanas, dedicado a enviar cocaína hacia Estados Unidos en alianza con grupos armados colombianos.
Pero la pregunta central persiste: ¿existen pruebas sólidas de que el Cartel de los Soles funciona como un cartel en sentido estricto, o estamos frente a una narrativa política usada para debilitar al chavismo en el escenario internacional?
Origen del término
El concepto apareció en los años 90, cuando generales de la Guardia Nacional Bolivariana fueron acusados de traficar cocaína bajo la sombra de un programa de infiltración de la CIA. Los soles que portan en sus uniformes dieron nombre a un supuesto cartel que, desde entonces, se usa como sinónimo de militares venezolanos implicados en narcotráfico.
La acusación cobró fuerza en tiempos de Hugo Chávez. Con la ruptura de la cooperación militar con EE.UU. y la llegada de las FARC a territorio venezolano, se abrió una ventana de oportunidad para oficiales de medio rango que, según investigaciones, comenzaron a controlar pistas clandestinas, puertos y rutas de salida.
Entre lo real y lo narrado
Expertos como Mike LaSusa, de Insight Crime, sostienen que el Cartel de los Soles “no es un cartel en forma, sino un sistema de corrupción descentralizado”. Oficiales que se jubilan o ascienden son reemplazados por otros, pero lo que permanece es el acceso estratégico a las rutas de exportación.
Raúl Benítez-Manaut, investigador de la UNAM, lo resume con ambigüedad: “existe y no existe”. Existe como red permisiva de oficiales que se benefician del narcotráfico. No existe como estructura jerárquica con un capo al mando, como los carteles de México o Colombia.
¿Un arma política?
Las dudas no son menores.
¿Por qué solo los aliados de Donald Trump y figuras como Marco Rubio sostienen esta narrativa con tanta fuerza?
¿Por qué gobiernos progresistas de la región, incluido Gustavo Petro en Colombia, ¿niegan su existencia y la califican como un “invento de la extrema derecha”?
¿Podría estar EE.UU. reconfigurando rutas del narcotráfico tras los golpes a los corredores colombianos y usando a Venezuela como blanco estratégico?
Lo cierto es que las etiquetas importan. Convertir a Maduro en “narcoterrorista” no solo lo aísla internacionalmente, también abre la puerta legal a operaciones más agresivas, incluso de carácter militar.
El Caribe en la mira
Otro escenario poco discutido es el regional. Si Venezuela es presentada como epicentro del narcotráfico, ¿qué pasará con los países del Caribe que se nieguen a cooperar con el modelo de seguridad estadounidense? Algunos analistas temen una “guerra de rutas”, donde islas o gobiernos reacios sean señalados como cómplices, ampliando así el tablero de confrontación.
Conclusión: ¿cartel, mito o excusa?
El debate sobre el Cartel de los Soles revela más preguntas que respuestas:
Sí existen evidencias de oficiales venezolanos ligados al narcotráfico, algunos incluso condenados en EE.UU.
Pero también es cierto que el relato de un gran cartel beneficia a Washington en su estrategia contra Maduro.
En el fondo, se trata tanto de crimen organizado como de geopolítica.
Quizá la clave está en aceptar la paradoja: el Cartel de los Soles existe y no existe al mismo tiempo. Existe como una red criminal descentralizada que facilita la salida de cocaína. No existe como un cartel unificado al estilo Medellín o Sinaloa.
Lo que sí existe, sin lugar a dudas, es la utilidad política del término: una herramienta de presión internacional que, en el tablero hemisférico, puede justificar sanciones, aislamientos diplomáticos y, llegado el caso, intervenciones de mayor alcance.
Preguntas abiertas para el lector:
¿Es el Cartel de los Soles una amenaza real o un pretexto político de Washington?
¿Qué tan real es una intervención militar en Venezuela?
¿Se está gestando una guerra por el control de las rutas del Caribe?