
Redacción Orden Publico
Colombia enfrenta una crisis de seguridad en el departamento de Valle del Cauca, donde al menos 17 ataques con explosivos han sacudido la ciudad de Cali y otras localidades, dejando un saldo de seis civiles muertos y numerosos heridos.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, atribuyó la ola de violencia a las disidencias de las FARC, quienes estarían detrás de estos atentados. Ante la gravedad de la situación, el gobierno colombiano ha convocado un consejo de seguridad urgente para coordinar la respuesta de las fuerzas militares y policiales.
Uno de los ataques más letales ocurrió en el corregimiento Guachinte, en el municipio de Jamundí, donde la detonación de una maleta cargada con explosivos provocó la muerte de cuatro civiles. En Cali, tres explosiones simultáneas dirigidas contra la Fuerza Pública dejaron 16 personas heridas, incluidos dos menores de edad y dos policías.
El presidente colombiano ha ordenado un despliegue reforzado de seguridad en la región, incluyendo patrullajes adicionales y operativos de inteligencia para prevenir más atentados. Las fuerzas de seguridad han confirmado que, aunque los ataques parecen dirigidos a entidades estatales, la mayoría de las víctimas han sido civiles.
Las imágenes de las explosiones han circulado en redes sociales, mostrando escenas de pánico y destrucción. Habitantes de Cali y Jamundí expresan su temor ante el regreso de episodios violentos que marcaron el pasado del país.
Ante la creciente inseguridad, el gobierno ha solicitado apoyo de la comunidad internacional en el combate contra grupos armados ilegales y ha reiterado su compromiso con la protección de la población civil.
La noticia sigue en desarrollo, mientras las autoridades intensifican esfuerzos para restaurar el orden y evitar nuevas tragedias.