
Redacción MUNDO
Washington, D.C. – julio de 2025. – La política comercial de “máxima presión” del presidente Donald Trump vuelve a agitar la economía internacional. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, confirmó este domingo que los nuevos aranceles anunciados por la administración Trump entrarán en vigor el próximo 1 de agosto, descartando que se trate de un nuevo aplazamiento o modificación de las fechas previamente anunciadas.
“Entrarán en vigor el 1 de agosto”, declaró Lutnick durante un evento con Trump en Nueva Jersey, al ser interrogado por periodistas sobre el fin de la llamada “pausa comercial”, inicialmente prevista para el 9 de julio. La misma postura fue reiterada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien en una entrevista con CNN aclaró que no se trata de una extensión del plazo, sino del “inicio real de la implementación”.
El gobierno estadounidense comenzará este lunes a enviar notificaciones oficiales a más de 100 países con tarifas “personalizadas”, en caso de no concretarse acuerdos bilaterales antes del 1 de agosto. Según Trump y su equipo económico, estas tarifas podrían escalar hasta un 70% en sectores clave, dependiendo del país y del nivel de reciprocidad comercial vigente.
Hasta ahora, únicamente se han alcanzado acuerdos preliminares con Vietnam y el Reino Unido, además de una frágil tregua con China, pero ninguno de estos acuerdos se traduce en tratados de libre comercio de largo alcance.
Resumen de una política arancelaria disruptiva
Tras su regreso al poder, Donald Trump ha utilizado los aranceles como herramienta central de su estrategia económica y geopolítica. Su doctrina de “aranceles recíprocos” y su retórica del “Día de la Liberación Económica” han puesto en entredicho los fundamentos del comercio multilateral, impulsando un retorno al bilateralismo agresivo.
Bajo esta lógica, EE. UU. ha presionado históricamente a sus principales socios comerciales –entre ellos China, la Unión Europea, Canadá, México, Japón y Corea del Sur– para renegociar acuerdos bajo condiciones más favorables para la economía estadounidense, bajo amenaza constante de sanciones comerciales.
Los impactos han sido profundos:
Aumento del proteccionismo global: Muchos países respondieron con contramedidas, desatando guerras comerciales que afectaron cadenas de suministro globales.
Volatilidad financiera: Las amenazas arancelarias de Trump han provocado ciclos de incertidumbre que han generado inestabilidad en los mercados bursátiles y cambiarios.
Debilitamiento de la OMC: La Organización Mundial del Comercio ha visto erosionada su capacidad de arbitraje y liderazgo, ante el desacato y desinterés de grandes economías por sus mecanismos multilaterales.
Desaceleración del comercio mundial: Según el FMI, el volumen global del comercio cayó entre 2018 y 2021 en medio de tensiones arancelarias, afectando especialmente a países emergentes exportadores.
Mercados reaccionan con cautela ante nuevo ciclo de presión
Las declaraciones del fin de semana provocaron una inmediata reacción en los mercados. Los futuros de Wall Street cayeron un 0,30% durante la jornada del domingo, mientras analistas de firmas como Goldman Sachs y Morgan Stanley advirtieron que la incertidumbre arancelaria podría afectar las proyecciones de crecimiento global en el tercer trimestre de 2025.
Empresas multinacionales en sectores como tecnología, automoción, farmacéutica y agroindustria ya han comenzado a recalibrar sus estrategias ante el riesgo de enfrentarse a tarifas punitivas, lo que podría traducirse en mayores costos para consumidores e inversionistas.
Mientras tanto, países como Alemania, Japón y México han iniciado rondas diplomáticas para evitar verse afectados por esta nueva oleada arancelaria, en una etapa en la que la economía global aún intenta estabilizarse tras las crisis energéticas y financieras de los últimos años.