
Redacción América Latina
Santiago de Chile – El progresismo chileno tiene nueva candidata presidencial: Jeannette Jara, exministra del Trabajo y militante del Partido Comunista, logró un triunfo contundente en las primarias presidenciales del oficialismo este domingo, con más del 60% de los votos, frente a figuras de peso como Carolina Tohá (28%) y Gonzalo Winter (9%).
Aunque la participación fue baja —menos del 10% del padrón electoral—, la victoria de Jara marca un hito sin precedentes: será la primera vez desde el retorno a la democracia que una candidata comunista es respaldada oficialmente por el bloque progresista para disputar la Presidencia de Chile.
“Hoy les digo que vayamos a casa con la alegría sana de la victoria alcanzada”, expresó Jara citando al expresidente Salvador Allende, ante una multitud reunida en el centro de Santiago.
La elección presidencial está prevista para el próximo 16 de noviembre, y Jara parte con el desafío de unificar al progresismo y ampliar su base electoral hacia el centro político, en un país marcado por una creciente demanda de seguridad y estabilidad económica.
¿Quién es Jeannette Jara? De las poblaciones de Conchalí al umbral de La Moneda
Nacida en 1974 en una comuna popular de Santiago, Jara es hija de una dueña de casa y un técnico mecánico. Fue la primera profesional de su familia y se formó como administradora pública y abogada. A los 14 años ingresó a las Juventudes Comunistas y desde entonces ha transitado una trayectoria política ligada a los movimientos sociales y al mundo laboral.
Como ministra de Gabriel Boric, fue una de las figuras más destacadas del gabinete: impulsó la reforma previsional, la reducción de la jornada laboral a 40 horas, y el aumento del salario mínimo. Su estilo dialogante, su origen humilde y su relato personal contrastaron con sus rivales, percibidos como parte de la élite tradicional.
Reacciones en América Latina: respaldo simbólico y expectativa moderada
El resultado fue seguido con atención en varios países de la región, donde distintos sectores de izquierda ven en Jara una figura capaz de reactivar un progresismo debilitado.
En Colombia, la senadora María José Pizarro (Pacto Histórico) celebró la noticia afirmando que “Chile sigue abriendo caminos a la izquierda popular con rostro de mujer”.
Desde México, Gerardo Fernández Noroña, legislador y dirigente de izquierda, calificó el triunfo como “una victoria contra el clasismo y la tecnocracia”, aunque advirtió que “la verdadera batalla será convencer al pueblo chileno de que el comunismo moderno tiene propuestas viables”.
En Argentina, referentes del kirchnerismo como Axel Kicillof enviaron saludos discretos, mientras sectores del peronismo no alineado plantearon dudas sobre la viabilidad electoral del PC chileno en un contexto regional donde la derecha gana terreno.
Organismos como Clacso y Celag destacaron el simbolismo del triunfo, pero alertaron sobre el desafío de evitar la fragmentación del campo progresista chileno.
Distancias con su propio partido y tensiones internas en la izquierda
Paradójicamente, la candidatura de Jara fue construida con poca sintonía con la cúpula del Partido Comunista. Sus declaraciones reconociendo la existencia de presos políticos en Cuba y su actitud más pragmática frente al fallido proceso constitucional, marcaron distancia con el discurso oficial del PC.
Incluso se especuló que, en caso de ganar, podría congelar su militancia para ampliar su capacidad de convocatoria. Aunque no lo confirmó, esa posibilidad refleja la tensión entre identidad ideológica y estrategia electoral.
El respaldo inmediato del presidente Boric —quien definió a Jara como la nueva líder del progresismo— busca cerrar las heridas de una primaria que expuso fracturas en la coalición oficialista.
La derecha lidera los sondeos: Kast y Matthei, en la delantera
A pesar del éxito en la interna, los desafíos para Jara son mayúsculos. La última encuesta de Cadem muestra al ultraderechista José Antonio Kast con el 24% de intención de voto, seguido por Jara con un 16%, y más abajo la derechista Evelyn Matthei con 10%.
Con una participación baja en la primaria y sin el respaldo claro de sectores de centroizquierda, Jara necesitará conquistar nuevos electores y responder a temas claves como seguridad ciudadana, migración y crecimiento económico.
Analistas coinciden en que su candidatura enfrenta el reto de ampliar el electorado del comunismo sin desdibujar su identidad. “Tiene que construir una mayoría nacional sin perder autenticidad”, señala el politólogo Marco Moreno.
¿Un giro regional hacia el progresismo popular?
El triunfo de Jeannette Jara revive el debate sobre la recomposición del progresismo latinoamericano desde sectores más populares, feministas y sindicales. Sin embargo, su éxito en la elección presidencial dependerá de su capacidad de reunificar una izquierda fragmentada, convencer al electorado moderado y resistir el ascenso de las nuevas derechas en la región.
El 16 de noviembre, Chile no solo elegirá a su próxima presidenta o presidente. También pondrá a prueba si el comunismo renovado de Jeannette Jara es una alternativa viable en el complejo mapa político del Cono Sur.