
Redacción Económica y Política
Cartagena — La inauguración del 10° Congreso Empresarial Colombiano de la ANDI arrancó con una escena simbólica de tensión institucional: la ausencia del presidente Gustavo Petro en la agenda, un gesto que nadie en el Gobierno estuvo dispuesto a obviar. “Si no invitan a la cabeza, nadie debe asistir”, declaró el jefe de despacho, Alfredo Saade, en X, mientras el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, cité “solidaridad” como razón para no acudir a una cita donde el Ejecutivo no era bienvenido.
Un pulso que desnuda riesgos: para ellos más que para Petro
El Ejecutivo, más allá del desplante gremial, exhibe un portafolio de avances concretos:
Crecimiento económico: luego de un 0,6 % en 2023, la economía repuntó al 2,7 % en el primer trimestre de 2025, impulsada por agro y comercio
Inflación y salario mínimo: descenso de la inflación al 5 %, y aumentos del salario mínimo: +16 % en 2023, +12 % en 2024, y +9,54 % en 2025, elevándolo a $ 1.423.500
Reducción de pobreza: la pobreza monetaria pasó de 34,6 % en 2023 a 31,8 % en 2024, su nivel más bajo desde 2012, aunque el 20 % más pobre recibió menos beneficios
Economía externa y fiscal: las exportaciones agropecuarias subieron cerca del 14 % en 2024, consolidando los ingresos del sector rural. Los déficits fiscales aumentaron—alrededor del 7 % del PIB—y el Gobierno activó la cláusula de escape fiscal para cubrir la inestabilidad presupuestal.
Desde la ANDI, el mensaje fue otro. Su presidente, Bruce Mac Master, convocó a construir, pese al vacío gubernamental. “El valor del debate no depende de su presencia, sino de la calidad del diálogo”, aseguró El País.
El gremio busca presentarse como fuerza autónoma, citando temas de inteligencia artificial, geopolítica y periodismo como evidencia de su ambición constructiva
Contraste de narrativas: logros tangibles versus retórica gremial
Un análisis comparativo muestra que, pese a desbalances fiscales notorios—como uno de los déficits más elevados en la región y una deuda que supera el 61 % del PIB—el Gobierno exhibe avances en crecimiento y bienestar. El promedio de crecimiento del trienio es el más bajo del siglo, pero la tendencia de recuperación es clara frente a los pares regionales
Petro, consciente de estas tensiones, ha reforzado su narrativa en redes y fronteras, señalando avances como reducción de pobreza, expansión del salario y reforma pensional, mientras esquiva otras promesas incumplidas como la paz total
¿Quién tiene más que perder en este desencuentro?
La ANDI, sin duda. Su decisión de marginar al presidente puede resultar en menor influencia sobre reformas clave (tributarias, laborales, regulatorias), un aislamiento en los espacios institucionales y una percepción pública de elitismo. La polarización política podría volverse un lastre reputacional para un gremio que pretende liderar el desarrollo.
El Gobierno, por otro lado, demuestra que sus logros macroeconómicos y sociales le otorgan un margen de autonomía política que antes no tenía. Aun con críticas sobre déficit o implementación irregular de políticas sociales, Petro mantiene una base electoral estable (~30–37 % aprobación), resistente frente a ataques y fracturas en la oposición
Cierre: una grieta con consecuencias en el diseño del país
Lo que parecía un congreso empresarial más se convirtió en un escenario político sin precedentes: un Gobierno legítimo, con resultados visibles, y un sector privado que se distancia.
La polarización crece, y el mensaje es claro: quienes dispongan de poder de convocatoria pública tienen más posibilidades de moldear el futuro del país. La cumbre de Cartagena se convierte así en prueba de fuego para ambos actores. El gremio debe demostrar que su peso trasciende las buenas intenciones; el Gobierno, que puede gobernar con o sin su aprobación.
ADENDA ¿Está Bruce Mac Master buscando ser candidato presidencial?
En el trasfondo de la ausencia del presidente Gustavo Petro en la cumbre de la ANDI, algunos analistas han empezado a preguntarse si Bruce Mac Master, presidente del gremio, estaría tanteando el terreno político con miras a una eventual candidatura presidencial. La posibilidad, aunque no confirmada, ha despertado especulaciones debido a su creciente visibilidad mediática, su tono cada vez más confrontativo con el Gobierno y su posicionamiento como vocero de un sector empresarial tradicionalmente influyente en la agenda nacional.
Sin embargo, en el contexto actual del país, una jugada de este calibre podría convertirse en un error garrafal. La polarización del sector empresarial contra el Gobierno no solo tensaría aún más la relación con el Ejecutivo, sino que podría abrirle la puerta a un reacomodo del ecosistema productivo. Empresas medianas y pequeñas, así como nuevos gremios emergentes, podrían ser fortalecidos por el Gobierno como contrapeso a la ANDI, reduciendo así el peso histórico que ha tenido esta organización en la toma de decisiones económicas. En este escenario, la ANDI correría el riesgo de perder no solo interlocución directa con el poder, sino también influencia política y capacidad de incidencia legislativa. Mientras tanto, el Gobierno podría capitalizar la narrativa de estar del lado de la economía popular y de los nuevos sectores productivos, ampliando su base social y debilitando a quienes percibe como opositores corporativos. Si Mac Master se lanzara al ruedo presidencial desde una trinchera abiertamente anti-Petro, podría encontrar respaldo en algunos sectores empresariales y conservadores, pero a costa de encender un conflicto que, lejos de beneficiar al país, reordenaría el tablero económico en favor de nuevos actores y con consecuencias inciertas para la estabilidad empresarial.