
Sigue el cuentagotas a la ayuda humanitaria en Gaza.
Redacción Mundo
En medio de la guerra contra Hamás, el gobierno de Israel ha anunciado la construcción de 22 nuevos asentamientos en Cisjordania, lo que representa la mayor expansión territorial desde los Acuerdos de Oslo de 1993. La decisión, anunciada por el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich, ha generado una fuerte reacción internacional, con críticas de la ONU, Jordania y Reino Unido, quienes consideran que esta medida socava la posibilidad de una solución de dos Estados.
Impacto de las decisiones de la ONU contra Israel
La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha condenado la expansión de asentamientos israelíes, calificándolos de ilegales y contrarios al derecho internacional. El secretario general António Guterres ha instado a Israel a detener la construcción de asentamientos, señalando que estas acciones constituyen un obstáculo para la paz y el desarrollo económico y social.
Además, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) falló en julio de 2024 que la política de asentamientos israelíes “viola la Cuarta Convención de Ginebra”, lo que podría derivar en sanciones internacionales contra Israel. La comunidad internacional ha pedido medidas más contundentes para frenar la expansión territorial israelí, mientras que Hamás ha llamado a la ONU a tomar acciones urgentes más allá de la condena formal.
Reacciones políticas sobre el acuerdo de cese al fuego
El acuerdo de cese al fuego mediado por Estados Unidos ha generado respuestas mixtas entre los líderes políticos de ambas partes. El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha aceptado la propuesta de tregua presentada por el enviado especial estadounidense Steve Witkoff, que contempla un alto al fuego de 60 días en Gaza a cambio de la liberación de 10 rehenes vivos y 18 cadáveres en dos fases. Sin embargo, Netanyahu ha dejado claro que la ofensiva israelí no se detendrá completamente, ya que su gobierno sigue comprometido con la eliminación de las capacidades militares de Hamás.
Por su parte, Hamás ha anunciado que está evaluando la propuesta y ha señalado que cualquier acuerdo debe incluir un alto al fuego permanente y la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza. El líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, ha declarado que las principales demandas de su organización no son negociables, lo que ha generado incertidumbre sobre la viabilidad del acuerdo.
Desde Washington, el presidente Donald Trump ha instado a Hamás a aceptar el acuerdo, destacando que la propuesta busca una solución duradera para el conflicto. Estados Unidos, Egipto y Catar han actuado como garantes del acuerdo, con la esperanza de que ambas partes logren una tregua definitiva.
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue presionando para que el acuerdo se implemente sin contratiempos. Francia y Arabia Saudita han anunciado una conferencia de la ONU para promover la solución de dos Estados, mientras que Reino Unido ha condenado la expansión de asentamientos israelíes, afirmando que ponen en peligro la estabilidad regional.
La situación en Medio Oriente continúa siendo crítica, con un aumento en las tensiones y una creciente presión sobre Israel y Hamás para que busquen una solución diplomática al conflicto.