
Ciudad de México | GMTV productora Internacional — La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con firmeza a la decisión del Departamento del Tesoro de EE.UU. de sancionar a tres instituciones financieras mexicanas por su presunta participación en esquemas de lavado de dinero vinculados al narcotráfico y al comercio ilícito de precursores de fentanilo.
En una rueda de prensa matutina este jueves, Sheinbaum rechazó los señalamientos contra CIBanco, Intercam y la casa de bolsa Vector, calificando la acusación como infundada y políticamente cuestionable. “México no es la piñata de nadie. Somos un país soberano. Nos coordinamos, colaboramos, pero no nos subordinamos. La relación con Estados Unidos es de iguales”, declaró.
El origen del conflicto: sanciones sin pruebas, según México
El Tesoro estadounidense impuso sanciones financieras a las tres entidades el miércoles, bajo el argumento de que actuaron como “fuentes primarias de preocupación por lavado de dinero” en operaciones relacionadas con los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y del Golfo. La medida implica restricciones severas a sus operaciones internacionales, particularmente transferencias con contrapartes en EE.UU., lo que puede generar serios impactos sobre su liquidez y relaciones con corresponsales bancarios.
Sin embargo, Sheinbaum aseguró que su gobierno recibió un informe confidencial semanas atrás, pero nunca obtuvo pruebas concretas. “No vamos a proteger a nadie, pero si no hay evidencia, no hay delito. Hasta ahora no nos han enviado una sola prueba de lavado de dinero”, afirmó.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) confirmó que, tras su propia investigación, no se hallaron vínculos con operaciones ilícitas, aunque sí se identificaron fallas administrativas por parte de las entidades sancionadas. “De contar con información probatoria contundente, actuaremos con todo el peso de la ley”, señaló la SHCP en un comunicado.
Implicaciones financieras y preguntas sin respuesta
El caso genera inquietudes en los mercados financieros sobre el precedente que podrían sentar estas sanciones. Las tres instituciones afectadas —consideradas de tamaño medio en el sistema financiero mexicano— negaron las acusaciones y aseguraron que los fondos de sus clientes están protegidos. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) anunció la intervención parcial de CIBanco e Intercam para renovar sus órganos de gobierno y auditar sus operaciones.
Analistas como Luis Manuel Pérez de Acha, experto en prevención de lavado de dinero, advierten que la sanción equivale a una virtual desconexión del sistema financiero global: “Todo pasa por bancos en EE.UU., así que estas instituciones prácticamente quedan paralizadas en su operativa internacional”, dijo a Reuters.
La medida también plantea interrogantes sobre su motivación política. Vector, una de las entidades señaladas, fue fundada por Alfonso Romo, exjefe de la Oficina de la Presidencia en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Observadores sugieren que la sanción puede ser leída como un mensaje a la actual administración, que ha mantenido la línea política de su antecesor.
Fentanilo, comercio y geopolítica
El Departamento del Tesoro indicó que las instituciones mexicanas facilitaron pagos internacionales a empresas chinas para adquirir precursores químicos del fentanilo, el opioide responsable de decenas de miles de muertes anuales en EE.UU. Sheinbaum respondió que tales transferencias no constituyen por sí mismas una prueba de delito. “Se trata de operaciones comerciales habituales entre empresas legalmente constituidas en China y México, que mantienen un comercio bilateral de más de US$139.000 millones al año”, dijo.
Hacienda informó que al menos 300 empresas mexicanas han tenido vínculos comerciales con las compañías chinas mencionadas por EE.UU., a través de diez instituciones financieras mexicanas, sin que se identificaran anomalías o delitos financieros.
El trasfondo estructural: crimen, mercados y riesgo reputacional
La lucha contra el narcotráfico sigue siendo un punto de fricción entre ambos gobiernos. Se estima que el narcotráfico genera más de US$150.000 millones anuales en México, y los sistemas financieros son un canal clave para lavar esos ingresos. Pero expertos advierten que señalar solo a bancos medianos mexicanos, sin afectar a posibles cómplices internacionales, deja dudas sobre el enfoque del Tesoro.
“El crimen organizado es estructural y transnacional. Si realmente hay una red de lavado, ¿por qué no se han sancionado también bancos en Nueva York, Miami o Londres?”, se pregunta un exfuncionario de la SHCP que pidió anonimato.
Conclusión: más presión en una economía frágil
Con una economía que crece moderadamente y enfrenta alta informalidad, estas sanciones podrían tener efectos secundarios en la confianza inversora. Mientras EE.UU. endurece el escrutinio sobre flujos financieros con México, la administración Sheinbaum busca equilibrar la cooperación con Washington con una narrativa de defensa soberana y transparencia.
Por ahora, México exige pruebas. EE.UU. exige acciones. Y en medio, los mercados observan con cautela el desarrollo de un caso que podría marcar el futuro de la regulación financiera bilateral.