
Redacción Mundo
Jerusalén, 31 de mayo de 2025. La crisis en Medio Oriente entra en una fase crítica tras las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien advirtió que el grupo militante Hamás enfrentará su “destrucción” si rechaza la propuesta de alto el fuego promovida por Estados Unidos. La declaración eleva la tensión en un conflicto que ya ha dejado miles de víctimas y ha generado una emergencia humanitaria en la Franja de Gaza.
La propuesta de alto el fuego y el rechazo inicial de Hamás
El plan, respaldado por Washington, contempla una tregua de 60 días, la liberación escalonada de rehenes israelíes en manos de Hamás, así como el ingreso de asistencia humanitaria a la población civil en Gaza. Sin embargo, líderes de Hamás han expresado escepticismo, argumentando que la propuesta no garantiza un fin duradero a las hostilidades ni aborda las demandas palestinas clave, como el fin del bloqueo sobre Gaza y la retirada total de las fuerzas israelíes.
Israel mantiene su ofensiva
Mientras tanto, Israel ha reiterado su compromiso de continuar con su ofensiva militar. El ministro de Defensa, Israel Katz, afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel seguirán operando hasta lograr la liberación de todos los rehenes y la “derrota total” de Hamás como actor armado en la región. La ofensiva ha incluido ataques aéreos y operaciones terrestres en distintas zonas del enclave palestino, donde las condiciones humanitarias se deterioran rápidamente.
Preocupación y llamados desde la comunidad internacional
Gobiernos y organismos internacionales observan con creciente alarma el desarrollo del conflicto. Estados Unidos, principal aliado de Israel, mantiene intensas gestiones diplomáticas para evitar una escalada mayor y lograr un acuerdo que permita estabilizar la región. Al mismo tiempo, Hamás ha iniciado consultas con otras facciones palestinas, incluyendo la Yihad Islámica, antes de emitir una respuesta definitiva.
Organizaciones como la ONU y la Media Luna Roja han advertido sobre el impacto devastador del conflicto en la población civil y exigen garantías para el acceso sin restricciones de ayuda humanitaria. La presión internacional crece, especialmente ante el riesgo de una expansión del conflicto hacia otras zonas de la región.
Un momento decisivo
Las declaraciones de Netanyahu reflejan una postura inflexible que podría condicionar las negociaciones en curso. El destino del acuerdo propuesto dependerá no solo de la voluntad de las partes enfrentadas, sino también de la capacidad de los actores internacionales para mediar una salida sostenible. En juego está no solo la posibilidad de un alto el fuego, sino el futuro de millones de personas atrapadas en una de las crisis más prolongadas y complejas del siglo XXI.