
Según el ejército: Explosivo mata a 7 soldados israelíes dentro de un vehículo blindado en Gaza
Israel sufre una de sus jornadas más letales en Gaza mientras la cifra de muertos palestinos supera los 56.000
Por Redacción Internacional | Análisis Político – Oriente Medio
A más de ocho meses del inicio de la devastadora ofensiva militar israelí en Gaza, el conflicto sigue escalando en intensidad y profundidad humanitaria. El martes, siete soldados israelíes murieron en Jan Yunis, al sur del enclave palestino, cuando un vehículo blindado fue alcanzado por un artefacto explosivo, según confirmó el ejército israelí. La operación se ha convertido en una de las más mortales para las fuerzas armadas de Israel desde el comienzo de la guerra el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó un ataque sin precedentes en territorio israelí.
La cifra total de soldados israelíes muertos asciende ya a más de 860, de los cuales casi la mitad han caído durante las operaciones terrestres dentro de la Franja de Gaza. El incidente en Jan Yunis refleja la capacidad de las milicias palestinas para mantener una resistencia armada incluso después de meses de ofensiva, desplazamientos masivos y destrucción sistemática de infraestructura.
Hamás: resistencia persistente en un territorio devastado
El ala militar de Hamás, las Brigadas Al-Qassam, se atribuyó el ataque. A través de sus canales de comunicación informaron que sus combatientes emboscaron a soldados israelíes que se habían refugiado en un edificio residencial, empleando misiles tipo Yassin 105 y ametralladoras. Algunos informes apuntan a múltiples bajas y heridos en esa acción, aunque no está claro si se trató del mismo incidente en el que murieron los siete soldados israelíes.
Este tipo de operaciones resalta una paradoja trágica: aunque Israel sostiene que ha eliminado a más de 20.000 combatientes de Hamás, el grupo continúa ejecutando ataques tácticos de alto impacto, lo que pone en duda la eficacia y sostenibilidad de la estrategia militar israelí. Hasta la fecha, Hamás no ha reconocido oficialmente el número de sus bajas.
El costo humano: Gaza supera los 56.000 muertos
Mientras tanto, el Ministerio de Salud de Gaza informó que el número total de muertos palestinos superó los 56.000, convirtiendo esta guerra en la más sangrienta de todas las confrontaciones entre israelíes y palestinos desde 1948. El ministerio no distingue entre combatientes y civiles, pero asegura que más de la mitad de las víctimas son mujeres y menores de edad, una estadística devastadora que ha desatado críticas internacionales sobre el carácter desproporcionado de la ofensiva.
Solo desde la reanudación de los combates el pasado 18 de marzo, tras la ruptura de un cese al fuego de dos meses, casi 6.000 palestinos han muerto.
Israel sostiene que sus ataques están dirigidos exclusivamente contra insurgentes y que Hamás usa a la población civil como escudo humano al operar en zonas densamente pobladas. No obstante, organizaciones de derechos humanos, agencias de la ONU y gobiernos aliados han manifestado su preocupación por el elevado número de víctimas civiles y la destrucción masiva de infraestructura básica.
Tensiones en Jerusalén Este: represión y violencia en aumento
En paralelo al frente de Gaza, la tensión continúa escalando en Jerusalén Este, donde las fuerzas israelíes son acusadas de excesos en operativos de seguridad. El miércoles, autoridades palestinas denunciaron que una mujer de 66 años fue asesinada de un disparo en la cabeza durante una redada militar en el campo de refugiados de Shuafat. Zahia Obeidi, según testigos, fue abatida sin justificación clara, y su cuerpo fue retirado del lugar por las tropas israelíes, que más tarde arrestaron a su esposo e hijos.
La policía israelí informó que investiga el caso, indicando que la mujer llegó con “heridas penetrantes graves” a un puesto de control. La narrativa oficial y la palestina, como en muchos episodios del conflicto, divergen drásticamente.
Este nuevo episodio en Jerusalén Este —territorio ocupado por Israel desde 1967 en una acción no reconocida por la comunidad internacional— profundiza las tensiones sobre el estatus de la ciudad, codiciada como capital tanto por Israel como por los palestinos.
¿Callejón sin salida o preludio de una escalada regional?
El ataque del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás, en el que murieron 1.200 personas en Israel y otras 251 fueron tomadas como rehenes, desató una respuesta militar sin precedentes. Desde entonces, el conflicto ha alcanzado niveles de destrucción que ya muchos analistas califican como una “guerra de aniquilación”, donde el objetivo ya no parece ser únicamente desarmar a Hamás, sino redibujar el mapa demográfico, político y territorial de Gaza.
Mientras tanto, los llamados internacionales al alto al fuego siguen sin eco. Estados Unidos, principal aliado de Israel, enfrenta presiones internas y externas para condicionar su respaldo militar. Naciones como Sudáfrica, Brasil y España han elevado el tono en foros multilaterales, y algunos analistas temen que, sin una salida diplomática seria, la guerra en Gaza pueda ser el detonante de una nueva fase de inestabilidad regional.
¿Es sostenible una victoria militar a costa de una derrota humanitaria? Esa es la pregunta que comienza a rondar en los círculos de análisis político global, mientras Gaza arde y las cifras de muertos se convierten en un símbolo más de un conflicto cuya solución parece cada vez más lejana.