
Gobierno Petro respalda a relatora de la ONU sancionada por EE. UU. y desafía a Marco Rubio en medio de cumbre internacional sobre Gaza. Uribe en Washington
Política Exterior
En un movimiento que ha generado ecos en el tablero internacional, el gobierno del presidente Gustavo Petro acogió en Bogotá a la relatora de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, en la cumbre ministerial del Grupo de La Haya, justo días después de que el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, anunciara sanciones contra ella por sus denuncias contra la política de Israel y el rol de Estados Unidos en el conflicto de Gaza.
El gesto del gobierno colombiano, que además le dio espacio a Albanese para intervenir públicamente en un evento multilateral con delegaciones de más de 30 países, es leído por observadores internacionales como un desafío frontal a Washington y un respaldo explícito a los mecanismos de justicia global como la Corte Penal Internacional (CPI), en un momento de máxima tensión entre el sistema multilateral y las potencias tradicionales.
Albanese, quien fue sancionada por el Departamento de Estado por sus acusaciones de “apartheid y genocidio” contra Israel, usó la cumbre en Bogotá para redoblar su llamado a cortar relaciones diplomáticas, militares y económicas con Tel Aviv. “Es una advertencia a quienes defienden el derecho internacional. Por eso no podemos callarnos”, declaró desde la capital colombiana, en referencia a las sanciones impuestas por Estados Unidos, que calificó como una “violación de la Convención sobre la Inmunidad de Funcionarios de la ONU”.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, también instó públicamente a Estados Unidos a levantar las sanciones, calificando la decisión como un precedente peligroso que socava la independencia de los mecanismos de monitoreo internacional.
Una cumbre con impacto político global
La reunión ministerial del Grupo de La Haya en Bogotá busca articular una ofensiva diplomática para implementar las órdenes de arresto emitidas por la CPI contra el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant. Las propuestas sobre la mesa incluyen:
* Suspender exportaciones de armas a Israel.
* Prohibir el ingreso de embarcaciones vinculadas a la industria militar israelí.
* Ejercer presión legal contra empresas que, según la relatora, se benefician de la ocupación de territorios palestinos.
En este escenario, la presencia de Albanese en Colombia se convierte en un acto simbólico de alineamiento con la justicia internacional y contrasta con el apoyo incondicional de Washington a Tel Aviv.
¿Contragolpe? Uribe recibido en Washington: ¿Respaldo estratégico o presión geopolítica?
Mientras Bogotá era sede de una cumbre regional con líderes progresistas, en Washington se gestaba un movimiento político de alto simbolismo: el senador Marco Rubio, figura influyente en la política exterior estadounidense hacia América Latina, recibió en su despacho al expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez. El encuentro, aunque no oficializado por el Departamento de Estado, se interpreta como un espaldarazo político y judicial en un momento crítico para el líder del Centro Democrático.
Contexto judicial: ¿Apoyo externo ante una posible condena?
La reunión se produce días antes de que una jueza colombiana emita su fallo en el proceso penal contra Uribe por presunta manipulación de testigos. En este escenario, la imagen de Rubio —aliado de sectores conservadores en la región— junto a Uribe, puede leerse como una deslegitimación anticipada del sistema judicial colombiano, en caso de que el fallo resulte adverso.
Este gesto refuerza la narrativa uribista de persecución política y podría intensificar las tensiones entre los poderes del Estado colombiano, ya polarizados bajo el gobierno de Gustavo Petro.
Geopolítica en juego: ¿Colombia como tablero de disputa internacional?
El respaldo de Rubio ocurre en paralelo a la controversia por la sanción impuesta a una relatora de la ONU en Colombia, lo que sugiere una respuesta desde Washington al giro diplomático del gobierno Petro: crítica a la OTAN, acercamiento al sur global, y defensa activa del derecho internacional.
La simultaneidad de eventos —la cumbre en Bogotá con líderes como Anthony Albanese y la recepción de Uribe en Washington— revela un choque de modelos internacionales. Por un lado, el multilateralismo basado en normas, representado por la ONU y la Corte Penal Internacional; por otro, el enfoque de alianzas estratégicas y seguridad hemisférica promovido por EE. UU. e Israel.
Colombia: ¿Escenario de disputa por el orden global?
En este tablero, Colombia emerge como un campo simbólico donde se enfrentan dos visiones del orden internacional: una que privilegia la justicia global y la autonomía judicial, y otra que apuesta por el poder político tradicional y la influencia geoestratégica. La visita de Uribe a Washington, más que un gesto diplomático, podría marcar un nuevo capítulo en la disputa por el rumbo político y judicial del país.