
Redacción Internacional
Washington, 11 de junio de 2025 – En medio de un clima de tensión social y protestas en varias ciudades de Estados Unidos, el presidente Donald Trump advirtió que cualquier manifestante que se presente en el desfile militar programado para el sábado en Washington enfrentará una “gran fuerza”. La declaración ha generado preocupación entre organizaciones de derechos humanos y líderes políticos, quienes temen un posible uso excesivo de la fuerza contra manifestaciones pacíficas.
El evento, que conmemora el 250 aniversario del Ejército de Estados Unidos, coincide con el cumpleaños número 79 de Trump y contará con un despliegue masivo de tropas, vehículos blindados y aeronaves militares en la capital estadounidense. Sin embargo, grupos opositores han anunciado protestas en rechazo a lo que consideran una demostración de poder innecesaria y un intento de fortalecer la imagen del mandatario en medio de un año electoral.
Advertencia de Trump y contexto de seguridad
Desde el Despacho Oval, antes de viajar a Fort Bragg, Carolina del Norte, para participar en eventos relacionados con la celebración, Trump enfatizó que cualquier manifestante será tratado con dureza: “A la gente que quiera protestar se la va a tratar con una enorme fuerza. Ni siquiera he oído hablar de una protesta, pero ya sabes, se trata de personas que odian a nuestro país, pero van a ser enfrentadas con gran fuerza”.
Las declaraciones del presidente han sido interpretadas como una amenaza directa a los manifestantes, sin distinguir entre protestas pacíficas y posibles disturbios. La organización “No Kings”, que lidera las movilizaciones, ha señalado que su objetivo es rechazar el autoritarismo y defender los valores democráticos de Estados Unidos.
Protestas y militarización en Estados Unidos
El país atraviesa un período de alta conflictividad social, con protestas recientes en Los Ángeles tras redadas federales contra inmigrantes. En respuesta, Trump ordenó el despliegue de 4.000 soldados de la Guardia Nacional y 700 infantes de marina en la ciudad, una medida que ha sido criticada por líderes estatales y defensores de derechos humanos.
El desfile militar del sábado se suma a un contexto de creciente militarización de espacios públicos y un endurecimiento de las políticas de seguridad. Mientras el Gobierno defiende estas acciones como necesarias para mantener el orden, opositores advierten sobre el riesgo de represión y la erosión de las libertades civiles.
Reacciones en América Latina
En América Latina, la advertencia de Trump ha sido recibida con preocupación por analistas políticos y medios de comunicación. En países como México y Argentina, donde las protestas han sido históricamente reprimidas con fuerza, la postura del mandatario estadounidense es vista como un precedente peligroso para la gestión de la seguridad en democracias de la región.
El desfile militar y las posibles protestas del sábado serán un termómetro de la situación política en Estados Unidos, con implicaciones que podrían trascender sus fronteras y alimentar el debate sobre el uso de la fuerza en contextos de movilización social.